LA NOVENA QUE TODOS DEBEMOS HACER
El Viernes 16 de mayo la Iglesia gozosa por la celebración de la Pascua del Señor se prepara para recibir el don del Espíritu Santo con la Novena de Pentecostés, la cual podemos designar como la mas antigua de la Iglesia pues fue el mismo Cristo quien invito a los apóstoles a velar en oración para recibir al gran consolador de las almas,de allí su importancia la cual s.s. León XXIII ratifica en su encíclica "DIVINUM ILUD MUNUS" sobre la presencia y virtud admirable del Espíritu Santo, nos dice el papa en el numeral 16 de dicho documento eclesial:
"Ved, venerables hermanos, los avisos y exhortaciones nuestras sobre la devoción al Espíritu Santo, y no dudamos que por virtud principalmente de vuestro trabajo y solicitud, se han de producir saludables frutos en el pueblo cristiano. Cierto que jamás faltará nuestra obra en cosa de tan gran importancia; más aún, tenemos la intención de fomentar ese tan hermoso sentimiento de piedad por aquellos modos que juzgaremos más convenientes a tal fin. Entre tanto, puesto que Nos, hace ahora dos años, por medio del breve Provida Matris, recomendamos a los católicos para la solemnidad de Pentecostés algunas especiales oraciones a fin de suplicar por el cumplimiento de la unidad cristiana, nos place ahora añadir aquí algo más. Decretamos, por lo tanto, y mandamos que en todo el mundo católico en este año, y siempre en lo por venir, a la fiesta de Pentecostés preceda la novena en todas las iglesias parroquiales y también aun en los demás templos y oratorios, a juicio de los Ordinarios.
Concedemos la indulgencia de siete años y otras tantas cuarentenas por cada día a todos los que asistieren a la novena y oraren según nuestra intención, además de la indulgencia plenaria en un día de la novena, o en la fiesta de Pentecostés y aun dentro de la octava, siempre que confesados y comulgados oraren según nuestra intención. Queremos igualmente también que gocen de tales beneficios todos aquellos que, legítimamente impedidos, no puedan asistir a dichos cultos públicos, y ello aun en los lugares donde no pudieren celebrarse cómodamente —a juicio del Ordinario— en el templo, con tal que privadamente hagan la novena y cumplan las demás obras y condiciones prescritas. Y nos place añadir del tesoro de la Iglesia que puedan lucrar nuevamente una y otra indulgencia todos los que en privado o en público renueven según su propia devoción algunas oraciones al Espíritu Santo cada día de la octava de Pentecostés hasta la fiesta inclusive de la Santísima Trinidad, siempre que cumplan las demás condiciones arriba indicadas. Todas estas indulgencias son aplicables también aun a las benditas almas del Purgatorio"
La invitación pues queridos hermanos y familia servita es a unirnos a la Iglesia en estos días de preparación y a la vigilia que precede a esta gran solemnidad para vivir con intensidad este Pentecostés 2015
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